…toda la dicha cabe en
en una lágrima, toda la culpa
en un recuerdo.
(J.M.
Caballero Bonald)
Es cierto lo que dice Jenaro
Talens en el Prólogo de Summa Vitae
de Caballero Bonald,…. No se trata de lo
que el escritor quiere decir o dejar de decir, sino de los efectos que tiene lo
que realmente dice o hace. Y eso no depende de su voluntad, sino de cómo se lee
e interpreta socialmente lo que dice o hace. Esta es una de las
certidumbres más claras que he tenido desde que era muy joven. Cada uno de
nosotros percibimos la vida de una forma diferente, aunque las condiciones de
vida sean muy parecidas. Hay situaciones similares que son vividas de acuerdo a
la personalidad, el estado de ánimo y tantos factores, internos o externos, que
modifican la percepción del mundo que nos rodea, incluidos la de los sentidos.
Por ejemplo, ante la visión de una misma imagen cada uno puede ver cosas
distintas. Aunque, aparentemente, no son realidades objetivas diferentes, la
riqueza del ser humano puede abrir perspectivas muy variadas.
El verdadero milagro de la
literatura, la pintura, la música y de tantas otras manifestaciones, artísticas o no, del ser
humano, es su influencia y la riqueza personal que despierta en el que escucha,
observa, lee y transforma esa realidad. Es su propia realidad, pero vivida en
primera persona, por él mismo, en tanto que es su experiencia, vivida o
imaginada y no la del autor.
Algo parecido sucede cuando uno
evoca su propia biografía que, a veces, lo hace “inventando
lo que ha vivido”. En muchas ocasiones porque los “ratones de la memoria”
están perezosos y en otras, porque nos hubiera gustado otras condiciones y
circunstancias más propicias para haber vivido y resuelto las experiencias de
otra manera. A pesar de lo cual, entiendo que esta leyenda forme parte de su vida
y también es una forma de vivir. Incluso hay recuerdos que albergan toda la
culpa del ser humano.
Son pocas las ocasiones en las
que la “felicidad” te acompaña a lo largo de los años y me refiero a ese estado
de ánimo mega-esotérico realista que te impulsa a comulgar “gozosamente” con toda
la humanidad, aunque solo dura escasos segundos. Son momentos pasajeros y por
unos instantes te olvidas de la condición real del ser humano y del largo
voltear del mundo desde la historia de los tiempos.
Pronto nos damos cuenta que la felicidad
escasea en el exterior y está más cerca de ti. ¡Cuán complejo que es el ser
humano y cuánto cuesta encontrarla! Por esta razón, cuando despertamos a los
sentidos de la vida, uno empieza por el kundalini y durante muchos años estamos
ocupados y distraídos en la misma idea. Solo durante la etapa de la artrosis
inspeccionamos otros territorios, pero al final vuelves al origen ¡Al Kundalini!
El Kundalini es la serpiente que duerme enroscada en la zona del periné y tu
trabajo y tu entretenimiento entonces es hacerla despertar.
Durante muchos años nos entretenemos
en buscarla en el exterior. Pretendes encontrarla
en el mundo que nos rodea ¿Por dónde caminar?, ¿Que piensan los demás? ¿En qué y
con qué se entretienen? ¿Qué cosas les
hacen más felices? Pero en muy pocas
ocasiones, haciendo este ejercicio, se crea la magia y si tienes “suerte” ¡Te
cae un rayo! y ¡Ahí está! ¡La dicha de la bicha! Algunos dicen que esto es la
felicidad pero casi siempre “acabamos
llorando al ver llorar a los demás”.
Y ¿el remordimiento? que nos
inculcaron desde niños y que nos hacen creer que todos nuestros actos han sido provocados
por nuestra culpa. Este sentimiento
ayuda poco, por lo que te ayuda a centrarte en lo que realmente te produce gozo.
Por esta razón, no nos gusta acordarnos de los malos recuerdos, preferimos que,
parte de nuestra memoria, almacene en lo más profundo de sus galerías los
recuerdos que no queremos rescatar. A veces es “mejor no recordar porque también nos puede hace llorar”.
¡Qué difícil y complicada es la
vida! Por esta razón, tenemos que aprender de los sabios, aquellos que nos
enseñan el “paradigma de la complejidad”, por ejemplo, dicen que: “la conciencia del sujeto que actúa en el
mundo es difícil de explicar”, además “se
cuestionan todos los puntos de vista que, para ellos, todos son diferentes”
Para complicarlo un poco más nos dicen que “los
diferentes elementos que hay en el mundo interactúan con el todo”. ¡Un lio!
Pero también indican que “Si todas las
diferentes interdependencias, están relacionadas entre sí, es que, son debidos
al principio de autonomía y de la dependencia”. Bueno ¿Qué le vamos a
hacer? Creo que he comprendido algo, aunque me da la impresión que lo
fundamental se me escapa. Para mí que todo está en la “mente”, incluida la
serpiente del Kundalini. En fin, con toda la complejidad que tiene la vida y
sobre todo el vivir cada día, creo que “la certidumbre es la mayor incertidumbre”
Termino como empecé, con la voz
de Caballero Bonald: Mi sed se sacia con
mi sed. No necesito nada: ¡Tengo
bastante con vivir!
¡Vamos a dejarnos de poll..! que
yo también ¡Tengo bastante con vivir!
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