martes, 3 de septiembre de 2013

“TENGO BASTANTE CON VIVIR”


…toda la dicha cabe en

en una lágrima, toda la culpa

en un recuerdo.

(J.M. Caballero Bonald)

 
Es cierto lo que dice Jenaro Talens en el Prólogo de Summa Vitae de Caballero Bonald,…. No se trata de lo que el escritor quiere decir o dejar de decir, sino de los efectos que tiene lo que realmente dice o hace. Y eso no depende de su voluntad, sino de cómo se lee e interpreta socialmente lo que dice o hace. Esta es una de las certidumbres más claras que he tenido desde que era muy joven. Cada uno de nosotros percibimos la vida de una forma diferente, aunque las condiciones de vida sean muy parecidas. Hay situaciones similares que son vividas de acuerdo a la personalidad, el estado de ánimo y tantos factores, internos o externos, que modifican la percepción del mundo que nos rodea, incluidos la de los sentidos. Por ejemplo, ante la visión de una misma imagen cada uno puede ver cosas distintas. Aunque, aparentemente, no son realidades objetivas diferentes, la riqueza del ser humano puede abrir perspectivas muy variadas.

El verdadero milagro de la literatura, la pintura, la música y de tantas otras  manifestaciones, artísticas o no, del ser humano, es su influencia y la riqueza personal que despierta en el que escucha, observa, lee y transforma esa realidad. Es su propia realidad, pero vivida en primera persona, por él mismo, en tanto que es su experiencia, vivida o imaginada y no la del autor.

Algo parecido sucede cuando uno evoca su propia biografía que, a veces, lo hace  inventando lo que ha vivido”. En muchas ocasiones porque los “ratones de la memoria” están perezosos y en otras, porque nos hubiera gustado otras condiciones y circunstancias más propicias para haber vivido y resuelto las experiencias de otra manera. A pesar de lo cual, entiendo que esta leyenda forme parte de su vida y también es una forma de vivir. Incluso hay recuerdos que albergan toda la culpa del ser humano.

Son pocas las ocasiones en las que la “felicidad” te acompaña a lo largo de los años y me refiero a ese estado de ánimo mega-esotérico realista que te impulsa a comulgar “gozosamente” con toda la humanidad, aunque solo dura escasos segundos. Son momentos pasajeros y por unos instantes te olvidas de la condición real del ser humano y del largo voltear del mundo desde la historia de los tiempos.

Pronto nos damos cuenta que la felicidad escasea en el exterior y está más cerca de ti. ¡Cuán complejo que es el ser humano y cuánto cuesta encontrarla! Por esta razón, cuando despertamos a los sentidos de la vida, uno empieza por el kundalini y durante muchos años estamos ocupados y distraídos en la misma idea. Solo durante la etapa de la artrosis inspeccionamos otros territorios, pero al final vuelves al origen ¡Al Kundalini! El Kundalini es la serpiente que duerme enroscada en la zona del periné y tu trabajo y tu entretenimiento entonces es hacerla despertar.

Durante muchos años nos entretenemos en  buscarla en el exterior. Pretendes encontrarla en el mundo que nos rodea ¿Por dónde caminar?, ¿Que piensan los demás? ¿En qué y con qué se entretienen?  ¿Qué cosas les hacen más felices?  Pero en muy pocas ocasiones, haciendo este ejercicio, se crea la magia y si tienes “suerte” ¡Te cae un rayo! y ¡Ahí está! ¡La dicha de la bicha! Algunos dicen que esto es la felicidad pero casi siempre “acabamos llorando al ver llorar a los demás”.

Y ¿el remordimiento? que nos inculcaron desde niños y que nos hacen creer que todos nuestros actos han sido provocados por nuestra culpa. Este sentimiento ayuda poco, por lo que te ayuda a centrarte en lo que realmente te produce gozo. Por esta razón, no nos gusta acordarnos de los malos recuerdos, preferimos que, parte de nuestra memoria, almacene en lo más profundo de sus galerías los recuerdos que no queremos rescatar. A veces es “mejor no recordar porque también nos puede hace llorar”.  

¡Qué difícil y complicada es la vida! Por esta razón, tenemos que aprender de los sabios, aquellos que nos enseñan el “paradigma de la complejidad”, por ejemplo, dicen que: “la conciencia del sujeto que actúa en el mundo es difícil de explicar”, además “se cuestionan todos los puntos de vista que, para ellos, todos son diferentes” Para complicarlo un poco más nos dicen que “los diferentes elementos que hay en el mundo interactúan con el todo”. ¡Un lio! Pero también indican que “Si todas las diferentes interdependencias, están relacionadas entre sí, es que, son debidos al principio de autonomía y de la dependencia”. Bueno ¿Qué le vamos a hacer? Creo que he comprendido algo, aunque me da la impresión que lo fundamental se me escapa. Para mí que todo está en la “mente”, incluida la serpiente del Kundalini. En fin, con toda la complejidad que tiene la vida y sobre todo el vivir cada día, creo que “la certidumbre es la mayor incertidumbre”

Termino como empecé, con la voz de Caballero Bonald: Mi sed se sacia con mi sed. No necesito nada: ¡Tengo bastante con vivir!
¡Vamos a dejarnos de poll..! que yo también ¡Tengo bastante con vivir!

 

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