domingo, 3 de febrero de 2013

UN “PASO MÁS” HACIA EL DESMORONAMIENTO DEL ESTADO


El camino es implacable. Los primeros pasos se llevaron a cabo con cautela, lentamente, casi imperceptiblemente  para la población. La historia, a escala ecológica, tiene escasos segundos, todo comenzó hace algo más de tres décadas y con la caída del muro de Berlín, en 1989, donde comenzó la cuenta atrás. Durante los años 90 el modelo capitalista queda solo en el mundo y sin ningún contrapeso ni referencia social. La globalización “económica”, no la humana, ni la que procuraría una mayor justicia social, comenzó a expandirse como una epidemia silenciosa. Se implantaron las relaciones de mercado como única vía de relaciones humanas, se publicita la “aldea global” como el signo de un tiempo nuevo y de prosperidad para un supuesto bienestar en todo el planeta. Sin embargo, había nacido una “hidra” que se extendería por todo el mundo, el “mercado” que se transformará en el nuevo dios rompiendo todo tipo de reglas de moralidad y de ética ¡Bienvenida la anarquía!

 
Esta época, de grandes cambios, nos está cogiendo anestesiados, es curioso que nuestra conciencia esté tan adormecida que, cuando queramos darnos cuenta, será demasiado tarde. Vivimos un tiempo tan convulso que nos marea y nos atonta, sin embargo, hay muchas lucecitas rojas que tampoco percibimos. Estamos cambiando nuestra escala de valores, aquí quien no se enriquece es porque no puede o porque es tonto y el listo, lo hace a cualquier coste, en la sociedad del “todo vale”, por ejemplo el caso Bárcenas donde nuestros “apóstoles” nos encaminan a la austeridad, incluso a la pobreza, mientras que ellos, los elegidos, los “listos”, viven sin ningún tipo de moral ni de ética y si tienen problemas de conciencia se la lavan con unos sobres blancos llenos de una planta adormidera llamada “dinero”. ¡Bien por la ley del embudo para los pobres! ¡Qué se jodan! ¡Qué asco!

 
Sí, es verdad, hay una crisis económica, política, moral, etc. en definitiva, lo más importante, es una crisis de la ciudadanía, pero para más inri inducida por nuestros proveedores de la moral. El individualismo, como rasgo de carácter de las sociedades modernas, el aislamiento social, la alienación del “homo clausus” está desintegrando algunas de las características, más vitales, del ser humano como son: la solidaridad, el asociacionismo, el apoyo social. Pero este es el cambio y el impulso por el que debemos de actuar con urgencia. Hay que rebelarse con todas nuestras fuerzas.

 
El modelo y el sistema social son corruptos y nos está abocando hacia el precipicio. Pero el enemigo es poderoso y el objetivo real de esta “Comedia de los Conversos” es poner fin al Estado. El poder de los consorcios en una economía globalizada  está en manos de los mercados, la OMC, el Banco Mundial, etc. que son los que toman las decisiones políticas sin que nadie les haya votado. Estamos ante la nueva dictadura del siglo XXI.

 
Ellos, nuestros guías, los apóstoles, defienden con la boca pequeña pero con gran convicción interior, que sin un Estado fuerte estamos mejor, especialmente para los que manejan el dinero e, incluso, a nosotros mismos. Su letanía es que aquí, en este mundo globalizado ¡NO SE REGALA NADA! Los ineptos y los pobres de solemnidad y de espíritu no tienen cabida, solo los “guerreros del antifaz” que saben esconderse y ocultar sus verdaderos intereses, que no son más que los suyos propios y los del capital.

 
Desde hace años se viene organizando una voladura-implosión controlada, no solo del Estado de Bienestar, sino del propio Estado, ¿Para qué lo queremos? ¿Sirve realmente para algo? ¡Pues sí! Por ejemplo, para proteger al más débil, para una mayor justicia social, para ser más humanos ante tanto crápula y sinvergüenza que nos están llevando a la ruina material y moral y, para preservarnos de los abusos de los poderosos que nos “esclavizan” cada día más. El viejo sueño del “capitalismo sin fronteras” capitalismo sin trabajo; más capitalismo sin impuestos requiere actuar sincronizada mente sobre diferentes pilares del Estado. Por tanto, con todas estas reformas, llevadas a cabo, en nuestro país, por políticos de escasa inteligencia y con gran lealtad a sus procreadores, están acabando con la dignidad de las personas e inoculando el miedo para yugular la reactancia de la población. Quieren un país de súbditos esclavizados a los dictados del poder del dinero, pero esto no lo hacen gratis, aunque a ellos les suponga su propia autolisis ya que reciben sus recompensas (véase el caso Bárcenas). Destruyen el pleno empleo clásico e introducen cambios de “modernidad”: flexibilización, trabajo desmembrado, precariedad laboral, trabajo informal esclavizado, etc.

 
El paso siguiente es hacia la “anarquía mercantil”. Un mercado sin reglas de juego.

 
La política del escándalo, la identificación de lo político con lo corrupto, la personalización de la política con mensajes negativos y de desprestigio, coadyuvan al desmoronamiento del Estado y al fin de la democracia. Estamos ante un Golpe de Estado inducido y provocado desde el propio Estado, de ahí la enorme gravedad del problema. Estos evangelizadores e ideólogos están enloquecidos, se comportan como los últimos fascistas de las cortes de Franco que se auto inmolaron por una España grande y libre, ¡vivir para ver! Aunque tampoco podemos olvidar a los nuevos espacios políticos de los medios de comunicación, pertenecientes a las misma jefatura y a las directrices del mercado.

 
¡El futuro es hoy! y no podemos esperar más. Hay que salir a la calle y protestar con firmeza y asertividad.

 
¡Hay que parar esta locura! porque mañana será muy tarde.


 

1 comentario:

  1. Que razón tienes. Hay que despertad ya!!! Ahora es el momento. Nos estan acorralando. Mañana será demasiado tarde. Un abrazo

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