martes, 4 de junio de 2013

QUE NO TE CONFUNDA UN TONTO PORQUE A LO MEJOR NO ES TAN TONTO

 
 
¿Cómo es posible que economistas de reconocido prestigio afirmen que hay otras vías para salir de la crisis? ¿Por qué asfixiar a las familias de la clase media-baja? Que, además de empobrecerlas, las introducen en las profundidades de la indignidad. Todo esto es un sinsentido. Acaso ¿Sois tontos? o ¿Muy listos? ¿No os dais cuenta? o ¿Sí? Después de seis años con las mismas recetas habéis conseguido una “masa”, cada día mayor, de gente desesperada, arruinada y sin esperanza. Esta estrategia del dolor está venciendo a la buena gente que quiere vivir en paz. Se lo estáis poniendo muy difícil. Si el gran objetivo es destruir la esperanza este es el camino. La eliminación del “lastre” social en lo “público” está siendo muy rentable para vuestros bolsillos, además de formar un ejército de la desesperación que, también os ayudará a hacer “caja”. El valor de la vida y de la dignidad humana se está perdiendo por el sumidero. Mientras tanto, nosotros estamos dispuestos a ofrecernos voluntarios en esta “tropa de esclavos”, preparados para prostituirnos por un trozo de pan para llevarlo a las bocas de nuestros hijos.

Y, después de todo esto ¿Qué pasará? ¿Qué mundo dejaremos a nuestras generaciones futuras? ¿El de la justicia social de la edad media? Si no fuera porque pensamos, quizás con cierta ingenuidad, que estamos ante el principio del fin, frente a la crisis y auto destrucción de un sistema de codicia, nuestra desesperación sería aún mayor. La gran pregunta es si ¿Podremos recuperar lo perdido? Sinceramente creo que no. Volveremos a la austeridad abocada por estas huestes del maligno, la codicia. Tardaremos décadas en recuperar la dignidad como seres humanos libres.

¡Qué desgracia! Se está produciendo un “desguace” de los derechos sociales que hemos conseguido en las últimas décadas. Todo se está disolviendo como la sal en el agua, más rápido de lo que nosotros creemos y al final tendremos que bebernos el agua salada, esa será nuestra recompensa, no vamos a morir de sed, ni de inanición, ni de forma súbita, lo haremos con discreción, lentamente, para no molestar, pero aunque no sintamos el peligro ahora, sabemos que las “cosas” siempre pueden ir a peor. Cada prórroga es un regalo. Así nos sentimos, perdidos, derrotados y sin esperanza. Nuestra desgracia no ocupa, ni preocupa a quien debiera ocupar. Se cumple el dicho de que matar a una persona no es tan fácil, ya que nuestra capacidad de resistencia no conoce límites, por tanto, pueden apretar la soga cada vez más, lo que quieran, mientras más fuerte la aprieten, nosotros, en esta agonía, podremos resistir aún más porque nos va la vida en ello ¿Pero hasta cuándo?

¿Dónde está la condición humana de la solidaridad, que no de la caridad? ¿Cómo podemos ver, hoy día, lo que hace 30 años no conocimos? Hoy, en España, en Andalucía, hemos vuelto a las casas de la caridad, a los comedores sociales, para evitar que nuestros hijos pasen hambre, hoy día, en España, en Andalucía. ¿Qué está pasando? ¿Qué valor tiene la economía? la ciencia de la manipulación ¿Por encima de qué y porqué? y ¿Para quién? De qué crisis estamos hablando, a quien le afecta. Pero estamos tan abatidos y tan golpeados que el miedo forma parte de nuestra dieta diaria. Sabemos que tienen el poder y todo el control ¿Por qué se molestan tanto? ¿Qué democracia es esta? ¿Por qué esa obsesión de engañar a la gente? ¡Que más da! Si van a hacer lo que quieran. ¿Quién nos representa?  y ¿Por qué se ocupan en esclavizarnos cada día más?

¿Cuánta gente se está enriqueciendo con esta “crisis”? ¿Por qué las penurias y las necesidades afectan siempre a los más humildes? ¿Existe la Justicia Social? Otra vuelta de rosca histórica para los desarrapados, no podemos tener ínfulas de nada, porque nada somos. El capitalismo cegó a mucha gente, gente que no estaba preparada para comprender que todo era un espejismo. Y como siempre nos duermen con “cuentos”. Es a través del dolor y del sacrificio como podemos alcanzar el reino de los cielos, no en este mundo. Pero para los “elegidos” esto no ha sido nunca así. El mundo, la aldea global es un lugar de llantos y sacrificios, de pobres-pobres de solemnidad y de ricos- ricos por la gracia de dios en la consagración de la comunión para unos pocos.

¡Pero estas recetas son ideológicas! no nacen de ningún sentimiento altruista ni religioso, todo lo contrario, es un discurso egocéntrico, egoísta. Además, les repugnan los ciudadanos que quieren tener sus propios derechos.

Es evidente que este modelo está en crisis. El sistema social y político debe de cambiar, entre otras cosas, porque nuestro futuro es la agonía. Sin embargo, nosotros podemos cambiar, estamos acostumbrados a eso, pero vosotros, ¡Vosotros debéis iros!, aquí no tenéis espacio, tendríais que cambiar tanto que lo mejor es que volváis a vuestros negocios, los vuestros,  que no somos nosotros. Es verdad, ¡Esta política no nos representa.

 
 
 
 

 

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