Esta mañana me senté en
un banco a la vera del río Genil de Granada para descansar y me sorprendió ver, frente a mí, un dibujo muy insólito. Durante
unos minutos quedé abducido mirando la cara de este extraño personaje. Por
unos momentos me vi en él reflejado como en un espejo. Me extrañó el gran parecido conmigo y cuanto más lo miraba mi inquietud era mayor. No dejaba de
pensar en la persona que lo había pintado, sin duda era un gran
artista y además, me conocía muy bien.
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¡Por favor! Mírame durante unos segundos ¿Te recuerdo a alguien? Si no es así, tú te lo pierdes. |
¿Qué hace este retrato aquí? ¿Por
qué razón me habrán pintado en este pequeño monolito?
Sí, es verdad, cuanto más me fijo
en él, el parecido es sorprendente, tiene mis ojos, mi nariz, mi boca y hasta
una papada, aunque quizás cuando sea mayor esta se multiplique, ahora solo tengo una. Quien haya hecho este
dibujo conoce muy bien las profundidades del ser humano.
¡Qué bien ha reflejado mis estados
de ánimo! parece un tratado de psicología cognitiva. Son muchos los procesos
mentales implicados en el conocimiento y en este retablo del rostro percibo
la sorpresa, el cachondeo, el estupor y
el asombro, el temor, la alerta, el miedo y, sobre todo, mucha guasa. Ahora
bien, ¿Cual es el dibujo que está en la frente? No lo
reconozco. Parece que esta imagen puede tener varias interpretaciones e, incluso, sentimientos; por
ejemplo, yo veo claro que podría representar varias cosas, la más plausible, para mí, serían dos
enormes tetas saliendo de mi cabeza o, bien puede ser unos labios frondosos muy
enrojecidos, también un “conejo” tumbado. Aunque quizás sea un gran corazón el que ocupa toda
la cabeza. Esto puede ser verdad porque en estos últimos años y después de
conocer y hacerme amigo de mi nieto Pablo, mis pensamientos son más de cariño,
de afectos, de amor; por esta razón, parece que el rostro de mi amigo de piedra está complacido y se siente feliz.
De pronto, parece que me está
hablando:
¡Oye! ¿Tú que miras?
Parece que estás estreñido ¿La
vida te va bien o estás pensando en esas musarañas podridas del pensamiento?
Mira, mi consejo es que no pienses
demasiado. ¡No pienses! en la falta de moral de la “política”,
ni en la falsedad de los “políticos”, ni en la pobreza y el paro que está destruyendo la
cohesión social, tampoco en la corrupción, ni en los usureros sociales o los
apóstoles de la banca, en las preferentes del "yo me lo guiso y yo me lo como",
en la manipulación de los medios de la “santa compaña”, en los guetos y en los
campos de concentración para la libertad, que cada vez son mayores ¿Para qué?
¡Coño! Ahora sí que te ha cambiado
la cara, pero creo que por mucho que aprietes no vas a soltar nada. Hay que ser
más práctico, para ser mi "clon" viviente eres un "tiquismiquis".
¿Por qué no te tomas las cosas con
más cachondeo? ¡Mírame a mí! Aquí estoy, empotrado en un trozo de cemento, sin
poder moverme, ni articular palabra y sin conseguir mear después de estar oyendo todo el día, el ruido del agua del río.
¡Pues sí, llevas razón! Siempre hay alguien peor
que yo ¡Te acepto el consejo! A partir de ahora viviré como el geranio de mi
casa, con muy poquita agua y luz, me conformo con casi nada para subsistir.
Pensándolo bien y ¿Si permanecemos todos ocultos en los bunkers de la
servidumbre? pronto se cansarán, la vida para “ellos” será muy aburrida, no
habrá nadie que les ría las gracias, ni que los adulen, ni que les sirvan. Vamos a hacerles el vacío.
Bien, bien, anunciemos una huelga de “brazos caídos en el silencio”. Actuemos
como si estuvieran solos, hagámosle una Resistencia Pacífica Activa
(RPA) ¿Quién aguantará más? Pero, eso sí, sin perder el sentido del
humor, que nos vean felices, risueños, con mucha ironía y ganas de cachondeo, ¡Estamos jodídos, pero contentos!
Os propongo hacer una bandera con mi cara,
podríamos empapelar sus casas y todas las ciudades como un "escrache" gigante. ¡Viva el humor y la mala leche!
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